Odiar nunca fue tan excitante...
Se suponía que sería una noche tranquila para Camila; que dejaría fluir la energía, escucharía música y escribiría un rato. En cambio, terminó discutiendo con uno de los escritores más vendidos del país al criticar las partes eróticas de sus novelas.
Sin embargo, es esa ocurrencia la que ha logrado sacar a Bruno Ballester del tedio en el que se encontraba esa noche, aunque él está dispuesto a darle su merecido por tal osadía.
Camila no está preparada para un tipo tan sincero, tan desvergonzado y tan idiota. Si bien no se amilana ante …
Odiar nunca fue tan excitante...
Se suponía que sería una noche tranquila para Camila; que dejaría fluir la energía, escucharía música y escribiría un rato. En cambio, terminó discutiendo con uno de los escritores más vendidos del país al criticar las partes eróticas de sus novelas.
Sin embargo, es esa ocurrencia la que ha logrado sacar a Bruno Ballester del tedio en el que se encontraba esa noche, aunque él está dispuesto a darle su merecido por tal osadía.
Camila no está preparada para un tipo tan sincero, tan desvergonzado y tan idiota. Si bien no se amilana ante sus frases insinuantes y cargadas de dobles sentidos, y discute con pasión sobre el género que ambos escriben, no puede evitar sentir cierta atracción por él.
La cuestión es que Bruno es de esos hombres que no promete romance, más bien todo lo contrario, por lo que enamorarse de él sería imperdonable. Así que Camila se prohíbe sentir algopor un tipo ególatra, zalamero, pervertido, sarcástico y odioso, que escribe cosas demasiado pornográficas. Incluso hace una lista con todas las razones que tiene para odiarlo, entonces ¿por qué no puede dejar de pensar en él?
