El arte está llena de historias. Historia(s) del arte. Imaginadas, vividas y representadas por sus verdaderos protagonistas, las obras de arte, y los creadores que les dieron forma, sentido y aliento. Desde un profundo respeto y admiración, he querido rendir un singular, y plural, homenaje a una serie de situaciones, nombres y hombres -y mujeres- de la historia del arte occidental, a través de un conjunto de relatos, concebidos siempre desde una mirada totalmente ficcional y literaria. Se unen así mis dos grandes pasiones, el arte y la literatura, bajo el cuerpo protector y germinal de la historia. El lector …
El arte está llena de historias. Historia(s) del arte. Imaginadas, vividas y representadas por sus verdaderos protagonistas, las obras de arte, y los creadores que les dieron forma, sentido y aliento. Desde un profundo respeto y admiración, he querido rendir un singular, y plural, homenaje a una serie de situaciones, nombres y hombres -y mujeres- de la historia del arte occidental, a través de un conjunto de relatos, concebidos siempre desde una mirada totalmente ficcional y literaria. Se unen así mis dos grandes pasiones, el arte y la literatura, bajo el cuerpo protector y germinal de la historia. El lector puede asistir a diversa sucesión de narraciones e invenciones que, por el arte de magia de la magia del arte, brotan, fértiles y sugerentes, del inagotable barbecho de la imaginación y la posibilidad, y que recorren un amplio espectro dentro del arte occidental, desde las cariátides del Erecteión en Atenas hasta las Señoritas de Aviñón de Picasso. Obras y personajes, todos reales, que aquí se adentran, con rigor, con verdad, pero también con grandes dosis de ensoñación, en el moldeable territorio de las historias del arte.
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