Molly Marks se gana la vida como guionista de comedias románticas para Hollywood, y por eso tiene claro que el «amor» es un fraude. La única vez en su vida que fue tan inocente como para enamorarse fue cuando salió con su novio del instituto, Seth, al que no ha visto desde hace quince años.
Seth Rubinstein cree en el amor, en ese grandioso que nos tiene reservado el destino, a pesar de ser uno de los abogados especializados en divorcios más famosos de Chicago. Durante la última década, ha buscado a esa persona especial en innumerables citas y relaciones …